El día de hoy vamos a hablar de una de las herramientas que compartí en la Guía de Manifestación, el Mapa Mental o “MindMap”. Y es que esta técnica es excelente para ayudarnos a trazar de manera gráfica nuestros objetivos, sobre todo si aún andamos dudosos de cómo empezar.

¿De qué se trata el mapa mental o mindmap?

Creada a principios de los 70 por Tony Buzan, un psicólogo británico. Esta técnica combina las habilidades de los dos hemisferios del cerebro. Es decir, está apoyado por la estructura y organización del hemisferio izquierdo; la creatividad y libertad del hemisferio derecho.

Según Buzan, cada bit de información que accede al cerebro y es procesada, se puede representar como una esfera central de la que irradian innumerables enlaces de información, por medio de eslabones que representan una asociación determinada. Es por ello que su forma es una simulación de una red neuronal, que a su vez representa la forma en cómo se conectan las ideas, mediante conexiones (así aprende nuestro cerebro la información).

Podemos decir que un mapa mental es un gráfico que representa ideas, tareas, palabras y conceptos que están vinculados en torno a un tema central. La organización del mapa mental rompe con las jerarquías lineales y, por lo tanto, se cree que sigue más de cerca cómo funciona nuestro cerebro.

¿Cómo hacer un mapa mental o mindmap?

Para empezar solo necesitas una hoja, una pluma o lápiz y algunos colores. Debes partir de una idea central y luego dividirlo por bloques, pero vamos por pasos:

1. Empieza en el centro. Lleva toda tu atención al centro de la hoja y escribe a partir de ese punto aquello en lo que estés pensando o quieras desarrollar. Puede ser en forma de palabra; palabra clave, emoción, idea.

2. Déjate llevar. Comienza a poner alrededor todo lo que emerja: conceptos, personas, objetos…no importa que éstos parezcan absurdos, deja fluir tu mente.

3. Asocia libremente. A medida que las ideas van surgiendo, escribe una o más palabras que describan los conceptos que se desprendan de la palabra clave. No intentes racionalizar lo que escribes, hazlo sin más, y establece líneas que unan los conceptos.

4. Crea, visualiza. Comienza a añadir imágenes, dibujos o cualquier cosa que te sirva para ilustrar o complementar tu idea.

5. Sin límites. Déjate llevar, colorea, subraya, usa colores para remarcar aquello que para ti resulte más importante. Libera tu lado artístico (deja que tu hemisferio izquierdo te guíe).

6. No subestimes a tu mente. Cosas que al principio podían parecer irrelevantes, en el MindMap pueden alcanzar un nuevo significado. Este es el poder de hacer que nuestras dos personalidades cerebrales dialoguen.

7. Asocia, sé estratégico. Si las ideas no fluyen, dibuja líneas a ninguna parte y verás como inmediatamente tu cerebro encuentra un concepto a asociar. También puedes usar otros colores para llamar la atención de tu mente.

8. Por último, relaciona. No sólo las ideas se irradian de la palabra clave y establecen un diagrama desde ésta, sino que muchas veces, al observar los conceptos que la palabra clave nos inspira, nuestro cerebro rápidamente establece conexiones entre los conceptos resultantes.

Saca provecho del mapa mental o mindmap

Hacer un mapa mental, no solo se trata de escribir nuestros objetivos, sino también crear imágenes, sensaciones y emociones.

Es importante conectarnos con la sensación que se desprende de cada unos de nuestras metas, estableciendo plazos, creando representaciones visuales y señalando objetivos secundarios que nos mantengan motivados.

Esto nos ayudará a pulir y aclarar lo que realmente queremos lograr.

Usa esta herramienta cada vez que lo necesites, en realidad sirve para casi todo, pues no solo nos brinda estructura y orden, sino que también nos permite diseñar de manera creativa nuestros sueños.