Y es que pasamos la mayor parte de nuestro día en una misma posición, casi sin movernos. Ya sea en la oficina, frente a la computadora, en el coche y, a menudo, incluso en nuestro tiempo libre.
Pero, ¿sabías que esta práctica común puede tener efectos perjudiciales en nuestra salud? Que van desde los dolores de espalda a los problemas de circulación.
Sin embargo, quiero que exploremos este tema desde una mirada más completa, aquí te lo explico por puntos.
Desde la biología evolutiva:
Nuestros cuerpos están diseñados para moverse. A lo largo de la evolución, fuimos cazadores y recolectores, lo que requería actividad constante. El estilo de vida sedentario moderno es una anomalía en términos evolutivos y puede tener graves consecuencias para nuestra salud.
Cambios en la postura:
Sentarse durante largos periodos altera nuestra postura y puede llevar a problemas en la columna vertebral, cadera y pelvis. La biomecánica de estar sentado prolongadamente cambia la forma en que nuestro cuerpo se adapta al estrés, a menudo de manera negativa.
Estrés muscular y metabólico:
El músculo más grande de nuestro cuerpo, los glúteos, se vuelve inactivo cuando estamos sentados durante mucho tiempo. Esto puede reducir la quema de grasa y aumentar la presión sobre los discos vertebrales.
El efecto de “sentarse es el nuevo vicio”:
Estudios recientes han demostrado que estar sentado durante largos periodos está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas. Algunos expertos incluso han comparado el impacto de estar sentado con fumar en términos de riesgos para la salud.
Consecuencias psicológicas:
Pasar horas frente a una pantalla puede aumentar el estrés, la ansiedad y la sensación de aislamiento. Nuestra mente anhela la conexión social y la naturaleza, y el tiempo sentado puede aislarlos de estos factores clave de bienestar.
La paradoja del tiempo libre:
Paradójicamente, en nuestra era de comodidad y tecnología, a menudo tenemos menos tiempo libre para el movimiento y la actividad física. El tiempo que ahorramos con comodidades modernas puede estar contribuyendo a problemas de salud crónicos.
El ciclo del sedentarismo:
Cuanto más tiempo pasamos sentados, más se debilitan nuestros músculos, lo que puede hacer que el ejercicio sea menos atractivo. Esto puede llevar a un ciclo de inactividad que es difícil de romper.
¿Y qué podemos hacer al respecto?
Tomar conciencia de estos problemas es el primer paso hacia un cambio positivo.
Pequeñas pausas activas y ajustes en nuestra rutina diaria pueden marcar una gran diferencia.
Explorar opciones como escritorios de pie, reuniones caminando y actividades al aire libre puede ayudarnos a combatir los efectos negativos de pasar mucho tiempo sentados.
Recuerda: Movimiento es Vida
En resumen:
Nuestro cuerpo y mente anhelan movimiento y actividad. Al abrazar un enfoque más activo en nuestra vida diaria, podemos contrarrestar los efectos negativos de estar sentados durante demasiado tiempo y llevar una vida más saludable y equilibrada.
A continuación te comparto un ejercicio para que incorpores más PAUSAS ACTIVAS a tu rutina:
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